99 Consejos para Líderes de Jóvenes Adventistas

¿Eres líder de un grupo pequeño de jóvenes o director de jóvenes?

Para ser un líder de éxito, te sugerimos 99 tips, consejos que te ayudarán a dirigir un grupo de jóvenes. Es nuestro deseo que obtengas un liderazgo exitoso, muchas veces no es nada sencillo ser líder y no hallamos qué hacer, cómo actuar.

Toma nota de cada uno de estos tips para mantener una labor exitosa entre los jóvenes de tu iglesia. Descarga el siguiente archivo que contiene varios consejos de varios aspectos. Idóneos para ti.

 

Entre estos tips se encuentran los siguientes:

 

  1. Toma fotografías siempre de las actividades de tu grupo de jóvenes. Ponlos en el boletín o en el mural de la iglesia.
  2. Suscríbete a una revista popular que circulan en forma secular. Ello te ayudará a mantenerte actualizado de las cosas juveniles que están ocurriendo.
  3. Usa mucho el correo. Envía tarjetas de cumpleaños y personales, notas de estímulo a cada joven. Envía tarjetas postales y propaganda con regularidad.

 

  1. Usa investigaciones y cuestionarios para saber lo que los jóvenes piensan regularmente

 

  1. Comparte y ten compañerismo con otros ministros y trabajadores de jóvenes. Organiza reuniones periódicas para compartir ideas. Esto puede proveer grandes recursos para ti.

 

  1. No hagas tu reunión en un salón muy grande para tu grupo de jóvenes. Si tu grupo es pequeño, reúnete en un salón de tamaño apropiado. Esto causará que los jóvenes se sientan más acogidos. Procura que el lugar de reunión sea confortable y este decorado.

 

  1. Evita hacer promesas, a los papás, que no puedas cumplirles.

 

  1. Dale a los muchachos la oportunidad de reflejar lo que han aprendido después de cada reunión. Pídeles que escriban Aprendí… o discute en grupos pequeños lo que han aprendido.

 

  1. Nunca ignores una distracción durante una reunión. Cuando una distracción ocurra, reconócela, en la mejor manera de volver a captar la atención del grupo.

 

  1. Prepara un buen manual de descripción de tu trabajo y sujétate a él.

 

  1. Si tu grupo es pequeño, trabaja junto con otros grupos en algunas cosas. Comparte tus recursos. Comparte costo y gastos. No temas invitar a otros grupos de jóvenes a alguna de tus actividades.

 

  1. Siempre enfrenta los problemas como vengan. No esperes que se vayan por sí solos, nunca lo harán.

 

  1. Organiza una cadena telefónica que ayude a correr la voz de los eventos por efectuarse. Si diez jóvenes le llaman a otros diez cada uno, podrás comunicarte con cien jóvenes en una sola noche. El contacto personal es siempre el más efectivo.

 

  1. Si tu iglesia no tiene una buena Biblioteca, empieza una. Esta crecerá cada mes. Incluye libros para niños, adolescentes, jóvenes, papás y líderes.

 

  1. Aprende a escuchar. Aprende a retener tu opinión en todo, antes de tiempo, y escucha solamente, así podrás ser más útil.

 

  1. Permite que los jóvenes de tu grupo escojan a un adulto cada uno, para que sea su padrino o socio de oración o patrocinador, es fácil en listar a esos adultos cuando sepan que fueron escogidos por los mismos adolescentes.

 

  1. Reúnete regularmente con tu grupo de voluntarios y patrocinadores para entrenamiento, oración y compañerismo.

 

  1. Periódicamente haz un alto y toma tu tiempo por una semana para ver por donde estás marchando.

 

  1. Siempre llega al templo o al lugar de reunión temprano para saludar a los jóvenes y a sus padres conforme vayan llegando. Quédate hasta tarde para despedir a todos.

 

  1. Desarrolla programas que reflejan las necesidades, intereses y el nivel de energía de la gente joven de tu grupo, no la de los adultos que trabajan con ellos.

 

  1. Toma dos días fuera de tu oficina para prepararte para los tiempos muy ocupados durante el año.

 

  1. Invita a los estudiantes de alguna escuela cercana para que participen de una cena en su honor. Que cada uno hable de sus metas o deportes favoritos e invítalos a un evento deportivo. Dales una constancia o diploma por ser jóvenes escogidos para esa cena.

 

  1. Planea una actividad mañanera (de madrugada) o una velada nocturnal. Habrá pocos conflictos y los muchachos disfrutarán la aventura.

 

  1. Desarrolla metas realistas y buenas expectativas. No dependas de resultados inmediatos para determinar el éxito o la falla. La cosecha es al final del tiempo, no al final de tu reunión. Los resultados reales vienen más tarde. A menudo muy a la larga.

 

  1. Ve a comer con otro líder de jóvenes. No hablen acerca de los muchachos.

 

  1. Cuando planees actividades para tu grupo de jóvenes considera las horas de la tarde entre 15:00 y 17:30. muchos jóvenes no tienen nada para hacer dentro de esas horas y no tienen supervisión a causa de que sus padres trabajan en ese lapso.

 

  1. Prevé todo. Nunca uses películas educativas que no hayas visto o invites a un conferencista que no hayas oído. Tus jóvenes no deben ser tratados como conejillos de indias.

 

  1. Procura conocer a los padres de tus jóvenes. Aprende sus nombres y úsalos.

 

  1. Toma tiempo para leer diferentes libros de reciente publicación cada año. trata de leer un libro acerca del ministerio juvenil, un libro acerca de la administración del tiempo, uno de los clásicos y un par de novelas populares.

 

  1. Encuentra caminos positivos a través de los cuales tus jóvenes se involucren en la vida de la iglesia no sólo en la vida del grupo juvenil. Procura que sirvan en comisiones o comités, que trabajen con niños, o participando en la adoración, o con el grupo de ancianos o diáconos de la iglesia, o en algunos eventos o reuniones. Evita crear tu propia Elite.

 

  1. No tengas miedo de sonreír y reír un montón.

 

  1. Visita a cada uno de tus jóvenes en su casa. Nota como está decorada su habitación y que es lo que ellos tienen a la vista. Esto te dará una buena opinión de tus jóvenes.

 

  1. Imprime un tarjeta o un folleto que describa a tu grupo de jóvenes y sus actividades. Incluye fotos , descripciones breves, horas y locales (si lo sabes) y pon estos folletos a disposición de los padres, de los miembros del grupo y de jóvenes que no están familiarizados con el grupo.

 

  1. Deja que los jóvenes sean jóvenes. No esperes que actúen como adultos. Si lo haces ellos siempre te desilusionarán.

 

  1. Nunca canceles un evento o una reunión porque no hubo muchos jóvenes. Quizá tengas que adaptarte o cambiar los planes, pero no regreses a nadie a casa. Deja que aquellos que llegaron al evento o reunión sepan que son tan importantes como aquellos que no vinieron.

 

  1. Escucha la música que tus jóvenes escuchan, de vez en cuando. Diariamente hay programas radiales que te ayudarán a estar al corriente. Discute de la música en una manera positiva con tus jóvenes periódicamente y pregúntales qué tan conveniente es.

 

  1. Toma un curso de primeros auxilios. Anima a otros miembros de tu equipo de trabajo a que lo hagan también.

 

  1. Mantén un archivo de referencia para casos de crisis de consejería. Si no te sientes seguro de ti mismo no vaciles en enviar a tus jóvenes a profesionales que tengan la capacidad y experiencia adecuada.

 

  1. Ofrécete para ser capellán voluntario en la unidad de adolescentes o jóvenes de un hospital de un programa de apoyo en la recuperación del alcoholismo o las drogas.

 

  1. Consigue libros de ideas para actividades juveniles. Nunca podrás usar todas las ideas, pero la próxima vez que necesites una, tendrás un buen número de donde escoger.

 

  1. Muéstrate disponible. No le des a los jóvenes la impresión de que estás muy ocupado para ellos.

 

  1. Cuando alguien te ayude con un juego enfrente del grupo, no hagas burla de él. Usa rompehielos y juegos adecuados para levantar el ánimo y edificar a los jóvenes.

 

  1. Ten una diversión o algo que te interese. Aprende a tocar un instrumento musical, inicia una colección de algo o practica un nuevo deporte.

 

  1. No hagas todo tu solo, aunque tú lo puedas hacer mejor. Aprende a delegar

 

  1. Ten siempre al menos un programa juvenil a mano, para usos de emergencia. Será muy útil cuando no se presente tu conferencista o no llegue a tiempo la película que ibas a proyectar.

 

  1. Pídele a los adultos de tu iglesia que adopten un adolescente conociéndolo, orando por él, invitándolo a comer, etc. con regularidad.

 

  1. Si tus cantos favoritos no están en un himnario, escribe la letra en acetatos o transparencias y proyéctalos al momento de cantarlos.

 

  1. No descuides a los lentos de tu grupo. Préstales la misma atención que a los listos.

 

  1. Invita al pastor de la iglesia a que asista a alguna actividad de tu grupo ocasionalmente.
  2. Enseña a tus líderes con tu propio ejemplo hacer jugadores – entrenadores en el ministerio.

 

  1. Mantén informados a los papás. Publica un boletín para padres u organiza reuniones periódicas para padres en las que puedan hacer preguntas. La falta de comunicación con los papás puede afectar seriamente el ministerio.

 

  1. Usa parejas de adultos como patrocinadores. Dale a los muchachos ejemplos de gente que llevan años de casados y tienen mayor experiencia.

 

  1. Consigue un directorio de recursos de alguna editorial juvenil. Es algo así como la sección amarilla para el ministerio juvenil. Te ahorrará horas cuando quieras encontrar un buen recurso para cualquier situación.

 

  1. Pon un meta para cada actividad y ve si la alcanzaste. Esto te dará dirección para todo lo que hagas.

 

  1. Desarrolla buenas descripciones de trabajo para tus líderes voluntarios. Asegúrate de que ellos sepan exactamente que se espera de ellos y que no. Provéeles buenos recursos para la tarea que les has encomendado hacer.

 

  1. Procura pescar a tus colaboradores haciendo algo bien. Dales un reconocimiento y un cumplido por hacer las cosas bien.

 

  1. segúrate que cada reunión o actividad estén bien organizadas. Esto les hará saber a los jóvenes que son importantes, y reducirá los problemas de disciplina.

 

  1. Conduce sesiones de tormenta de ideas con tus jóvenes para fomentar la creatividad.

 

  1. Nunca uses palabras elevadas o términos religiosos, ni modismos que los jóvenes no puedan entender.

 

  1. Di algo positivo a cada uno de lo jóvenes. Di algún cumplido cuando estén solos o en grupo, o enfrente de otros. Esto les ayudará a tener una buena autoestima.

 

  1. Cuando tus jóvenes tengan algún defecto, como complejos, tartamudeo, sobrepeso, o de personalidad, nunca supongas que ya están recibiendo ayuda.

 

  1. Cuando hables con los jóvenes, usa ilustraciones personales para mantener un mensaje activo. Las ideas abstractas necesitan ejemplos concretos.

 

  1. Nunca uses materiales sin antes adaptarlos a las necesidades de tu grupo. Los escritores del material no conocen a tus jóvenes, tú sí.

 

  1. Ten un sitio para guardar dibujos, cartulinas, ilustraciones, formatos y moldes de letras que algunas veces puedas necesitar. Esto puede ser usado para diseñar tus propias publicaciones y anuncios.

 

  1. No te preocupes por el crecimiento numérico. Tamaño no es igual a éxito.

 

  1. Ten un tablero personal en tu oficina en el cual pongas las fotografías de tus amigos, jóvenes del grupo, tarjetas postales, y otras cosas que colecciones. A los muchachos les encanta mirar y esto da un vislumbre de tu personalidad.

 

  1. No tomes muy en serio tus circunstancias. Nada es tan malo como piensas que lo es, y nada es tan bueno como crees.

 

  1. Aprende a decir: No lo se. Los jóvenes aprenderán a escucharte mejor que cuando dices que todo lo sabes.

 

  1. Siempre reconfirma cualquier reservación del grupo en autobús, avión, etc., hazlo un día antes del evento.

 

  1. Evita duplicar reglas u órdenes para los consejeros, miembros del equipo y para los jóvenes del grupo. Cualquier cosa que funcione para los muchachos, funcionara para tu equipo de trabajo. (No des privilegios a nadie).

 

  1. Trata con las causas, no con los síntomas, cuando estés enseñando. En lugar de pelear o predicar en contra del comportamiento de una forma determinada, encuentra cuál es la causa del comportamiento que deseas corregir.

 

  1. Asiste a algún evento nacional, regional, ya sea un seminario, congreso o taller, o a algún evento de entrenamiento acerca del ministerio juvenil adventista, por lo menos una vez al año. Nunca pienses que ya lo has aprendido todo.

 

  1. No hagas promesas que no puedas cumplir. No hagas ofertas que no puedas llevar a su realización.

 

  1. Mantén unos cuantos juegos, dinámicas, o artículos recreativos en la cajuela de tu automóvil siempre. Nunca sabes cuando vas a necesitar un balón, un globo, o un disco volador de plástico.

 

  1. Asegúrate de tener siempre un adulto y una dama adulta trabajando en apoyo con tu grupo de jóvenes.

 

  1. Siempre, sirve refrigerios en tus reuniones y actividades. Es algo fácil de hacer y a los jóvenes les gusta. Esto hace que permanezcan un rato más para mantenerse en contacto personal.

 

  1. Saca provecho de las películas gratuitas que ofrecen las Bibliotecas, videotecas o casas de renta de vídeo, cuyos temas son adecuados tales como: Aborto, SIDA, Eutanasia, Pena de Muerte, etc.

 

  1. No te preocupes por los problemas. En lugar de ello, provee buenas oportunidades para que cada uno de estos.

 

  1. Mantén un archivo en el que guardes datos de cada joven. Consigue información familiar y personal, estadísticas importantes, fotografías, notas de entrevistas personales, observaciones y demás información que sea útil. Mantenla a nivel confidencial. No solamente beneficiará tu ministerio sino que será un hermoso regalo para tu sucesor.

 

  1. Cuando trates de mejorar la Iglesia, empieza contigo.

 

  1. Evita aconsejar a alguien del sexo opuesto en un lugar privado. Si tienes que aconsejar a gente del sexo opuesto, evita rumores y mal entendidos desafortunados reuniéndote con esa persona en un lugar público o a la vista de los demás.

 

  1. Ten un grupo de adultos a los cuales puedas recurrir para pedirles asesoría o apoyo. Tu necesitas la responsabilidad y el apoyo que esto provee.

 

  1. Ten un grupo de adultos a los cuales puedas recurrir para pedirles asesoría o apoyo. Tu necesitas la responsabilidad y el apoyo que esto provee.

 

  1. Nunca reveles una confidencia que un joven o sus padres te hayan compartido. No importa cuan bien intencionado puedas ser, el hacerlo siempre traerá resultados desastrosos. Hay excepciones tales como situaciones que pongan en peligro una vida, pero estas excepciones son raras.

 

  1. Lleva a tus líderes a un retiro para hacer planes y para integrarlos en equipo

 

  1. Consigue un calendario en blanco que te permita planear las actividades de tu grupo al menos con un año de adelanto. Si no sabes hacia donde vas nunca llegarás.

 

  1. No trates de entrometerte en la vida de jóvenes donde puedes no ser bienvenido.

 

  1. Si tienes jóvenes que tocan guitarra, déjalos que toquen durante la alabanza. Esto no sólo edificará su confianza y habilidad para el liderazgo, sino posiblemente mejorará su canto.

 

  1. Visita las escuelas donde estudian tus jóvenes. Si es posible, preséntate al director, maestros y entrenadores. Permite que sepan quién eres.

 

  1. Mantén como prioridad el memorizar los nombres de los jóvenes. No los podrás ministrar en tanto no los conozcas ni sepas sus nombres.

 

  1. Evita disciplinar a los jóvenes enfrente de los demás. Es mejor manejar los problemas disciplinarios en privado y frente a frente.

 

  1. Consigue una lámpara de repuesto del proyector que usas para exhibir tu próximas transparencias.

 

  1. Aprende el arte de la espontaneidad. Llama a algunos muchachos e invítalos a la playa contigo, o a una caminata. Organiza una gran fiesta, pijamada o similar, en tu casa (siempre y cuando sean cristianos). Haz algo impredecible. Las sorpresas siempre son agradables.

 

  1. No confíes en las instalaciones del campamento o de cualquier lugar que vayas a usar. Siempre visita el lugar antes de promoverlo o publicitarlo. Pregunta acerca de las facilidades, flexibilidad, costos adicionales, disponibilidad de espacio extra. Come allí si es posible, para probar.

 

  1. Cuando dirijas una discusión, abstente de hacer comentarios positivos o negativos cuando los jóvenes estén dando sus opiniones. Permanece tan neutral como sea posible. Esto animará la apertura y la honestidad.

 

  1. Aprende a decir NO. Toma tiempo para tu familia, tus intereses y tu crecimiento personal.
  2. Reúnete, de vez en cuando, en la casa de algún miembro de la directiva para que ellos puedan ver, de primera mano, como está el grupo de jóvenes.

 

  1. Sácale provecho a la TV. Graba y discute programas cristianos de buena calidad. Discute y evalúa los programas con los jóvenes.

 

  1. Haz que tu grupo se involucre, al menos, en un proyecto de servicio al año. Los proyectos de servicio no sólo le dan a los jóvenes la oportunidad de hacer una contribución positiva a la vida de otra persona, sino que permiten incrementar la comunión entre ellos